Micromuseo - Bitácora

miércoles, 1 de mayo de 2013

QUERER ES PODER (PIEZA DEL MES - ABRIL 2013)

 
Elliot Túpac

Querer es poder

2012
Esmalte sobre madera y metal (carrocería de camión):
245 x 225 cm

Micromuseo ("al fondo hay sitio")
Adquisición: marzo de 2013, con fondos a ser todavía procurados


SALTO DE TIGRE
  
Desde su nombre mismo, MICROMUSEO anuncia la vocación mestiza y migrante, nomádica, de su praxis esencial. Y ese ethos irrumpe, de maneras diferentes y recurrentes, en su muy diverso accionar. Como en la intervención puntual que jerarquiza ahora su última adquisición como “pieza del mes”, expuesta privilegiadamente en nuestro paradero de la feria Art Lima: la monumental intervención pictórica de Elliot Túpac (nombre artístico de Elliot Urcuhuaranga) sobre una real y fáctica carrocería de un típico camión andino. Muy a la manera del gusto “achorado” con que en el Perú se suelen exaltar esos soportes impresionantes de la visualidad cotidiana.

Atención a la coherencia incisiva en el derrotero –vital y artístico– de esta obra excepcional. Su autor proviene de una de las familias migrantes iniciadoras de la llamada estética “chicha” en la publicidad popular. Esa formación se ve refractada por estudios fugaces en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad San Martín de Porres y colaboraciones recurrentes con MICROMUSEO, como sus aportes a los afiches colectivos realizados para nuestras exposiciones Del puñal al pincel (2003) y Neón-colonial (2004). Tales intercambios y contrapuntos derivarían a Túpac hacia la escena plástica más amplia (incluso internacionalmente: es notable el impacto de su prédica en Chile). Así lo atestiguan propuestas que van desde la pura tipografía hasta el muralismo callejero, pasando por transfiguraciones varias del cartel popular y estrategias nuevas de comunicación masiva. Vertientes todas que desembocan en esta pieza culminante. 

La iconografía escogida proviene del propio imaginario vinculado a las decoraciones vernaculares en carrocerías y guardafangos. “PERÚ” y “Querer es poder” son los connotativos lemas que aquí asocian al nuevo espíritu emprendedor nacional con el ya legendario león rampante que rompe feroz sus cadenas. Una figura radical y “salvaje”, incluso política, para el totemismo (post)moderno insinuado por esa suerte de representaciones. La transición, quizá, entre la imagen campesina y la nueva cultura urbana que desde por lo menos la década de 1950 va incorporando al migrante. 

Así intenté sugerirlo ya en el breve texto de 1983 (publicado en 1984) que en el último número de la revista U-tópicos reivindicaba provocadoramente la estética de los guardafangos artesanales. Un anuncio, en realidad, de la pulsión fundante de MICROMUSEO que ese mismo año se concebía ya (con otro nombre) desde la fricción creativa de lo pequeño-burgués-ilustrado y lo popular-emergente.

 
Izq.: Logotipo eventual de MICROMUSEO. 2006
Diseñado por Gustavo Buntinx y Susana Torres 
("chofer" y “palanca” de Micromuseo, respectivamente) 
con Elliot Urcuhuaranga (hoy Elliot Túpac) (taller de serigrafía popular VIUSA)

Der.: Estampa popular de Sarita Colina. Década de 1970
Offset sobre papel. Micromuseo ("al fondo hay sitio")


Dos décadas después, y tras decenas de experiencias, ese deseo se iconizó en el nuevo logotipo que a partir de entonces nos identifica, otra vez, con esta imagen felina. Justicia poética. Y política: la fantasía lúbrica de MICROMUSEO es romperle los grilletes al león encadenado del arte. El león enjaulado que en nuestro emblema se libera e irrumpe desde el marco tetraovalado y sobre las rosas identificables con la estampa religiosa de Sarita Colonia, el rostro místico de la migración. (Aunque había allí también una cierta parodia al conocido membrete cinematográfico de la Metro Goldwyn Mayer).

Logotipo de la Metro Goldwyn Mayer
1916
Diseño original de Howard Dietz, director de publicidad de la entonces Goldwyn Pictures

Aquel diseño fue elaborado en 2006 por Túpac con Gustavo Buntinx, chofer, y Susana Torres, "palanca" (chofer alterno) de MICROMUSEO. Una más de las varias colaboraciones intensas que desde principios del milenio asocian a nuestro proyecto con Elliot y con la familia Urcuhuaranga. Retomábamos así la iniciativa que en 1992 nos llevó a trabajar con otro pionero de la gráfica “chicha” –Feliciano Mallki– para confeccionar el primer afiche de ese tipo realizado mediante la colaboración de artífices eruditos y populares.

  
 Gustavo Buntinx y Susana Torres. Sarita iluminada
 1992
Serigrafía sobre papel: 56 x 81.5 cm
Impresión y tipografía: Feliciano Mallki
(Afiche publicitario de la conferencia-performance de mismo nombre 
organizada por Micromuseo 
en el entonces Museo Nacional de Arqueología y Antropología)

Por cierto, el tema era entonces la conferencia-performance Sarita iluminada, en lo que puede percibirse como una coherencia adicional. Y ahora reiterada: el nombre de Sarita Colonia da también razón social a una de las líneas de microbuses más emblemáticas del transporte popular, por descender cuarenta kilómetros desde las alturas populares de Chosica (“la Villa del Sol”) hasta el corazón histórico de la antigua ciudad señorial. De allí el uso que en esta ocasión hacemos de los comprobantes de esa empresa como modelo para nuestro “boleto / amuleto / panfleto”, a ser también circulado en Art Lima como ofrenda propiciatoria de nuevas reciprocidades. Artísticas y políticas. Por construir. 

Querer es poder.

  
Gustavo Buntinx / Sophia Durand
Boleto / Amuleto / Panfleto 
2013
Offset sobre papel. 42 x 23 cm. 
Micromuseo (“al fondo hay sitio”)


Nota bene:


Querer es poder: más allá de todas estas elucubraciones, la imagen carretera reinterpretada por Túpac puede ser esencialmente vista como un salto de tigre. Reivindiquemos aquí también las connotaciones erótico-populares que esa frase adquiere en la labia peruana.

En la peruviana punta de la lengua.

Gustavo Buntinx

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