Micromuseo - Bitácora

lunes, 21 de diciembre de 2020

Gustavo Buntinx

Mediante este documento hago de conocimiento formal cómo, por situaciones que considero arbitrarias, el equipo de profesionales encabezado por mi persona se ha visto obligado a interrumpir nuestra participación ya inscrita en el concurso para la Exposición Nacional / Perú Bicentenario, organizada por el Proyecto Especial Bicentenario (PEB).

Haremos pública esta decisión con el antecedente de la anterior declaración abierta que me fue inevitable difundir ante los silencios del PEB respecto a las definiciones y plazos del concurso desestabilizados por la emergencia política de noviembre. También debido a la imposibilidad demostrada de obtener respuestas específicas de esta entidad tanto a esa comunicación primera como a otras formalmente transmitidas por la vía electrónica establecida para ese fin en las bases del concurso. (Aquel silencio ante el primer mensaje dio más bien lugar a una manifestación del equipo de asesores del PEB que, sin embargo, declaraba “no reflejar necesariamente la postura oficial del Proyecto Especial Bicentenario”, lo cual acentuó el desconcierto).


La decisión de nuestro retiro ha sido forzada por el surgimiento de un segundo impedimento burocrático a nuestro derecho de libre y equitativa competencia, tras haber superado otro anterior, también de difícil explicación. El primer impedimento se produjo cuando, semanas después de anunciado el concurso, la publicación de sus bases evidenció que en ellas explícitamente se prohibía ejercer la función curatorial a quien no contara con la nacionalidad peruana, aún tratándose de residentes inmigrantes (en mi caso, desde los cinco años de edad).


La encuesta que entonces realizamos demostró que esta cláusula vetaba puntualmente a sólo dos profesionales en todo el país, en lo que podría interpretarse como una normativa con nombre propio, práctica no admitida por nuestro régimen legal. Así lo argumenté en los intercambios y reuniones con el PEB que durante semanas tuve que gestionar, desviando energías destinadas a la elaboración creativa de nuestra propuesta.


La justificación principal que los funcionarios ofrecieron respecto a esas restricciones era la necesidad de asegurar una presencia curatorial constante para las diversas activaciones de la exposición tras la fecha de su apertura. Hice notar que la posesión de un DNI no ofrecía garantía alguna al respecto, y que para tal fin bastaba una cláusula contractual. En ese y otros contextos revelé la identidad de algunos miembros importantes del equipo formado para nuestra participación en el concurso, con el propósito de así demostrar la seriedad del compromiso profesional asumido.


Mi reivindicación de los derechos de los inmigrantes fue finalmente atendida, con la consiguiente modificación de la norma. Sin embargo, las bases fueron también cambiadas de un modo que veta ahora ya no al curador sino a los integrantes mencionados de nuestro equipo. Ese impedimento añadido proscribe la participación de toda persona

cuya habilitación para contratar con el Estado haya sido suspendida, no sólo en el presente sino en cualquier momento del pasado. Ésta fue precisamente la situación con injusticia experimentada hace varios años por el magnífico Estudio de arquitectos con el que hemos formulado nuestro aporte al certamen. Se trata de profesionales con amplio reconocimiento por sus diseños tanto museográficos como museales. Sin embargo, en un emprendimiento antiguo se les cuestionó la firma de un ingeniero subcontratista en alguno de los centenares de planos entonces presentados.


Tras una profusa investigación, el tema fue desestimado por el propio Ministerio Público, cuya resolución definitiva exonera a los arquitectos de cualquier delito o falta, y además literalmente señala la inexistencia de perjuicio alguno contra el Estado. Quedó, sin embargo, el antecedente de una extraña sanción administrativa. Ésta ha perdido ya vigencia y el Estudio incorporado a nuestro equipo se encuentra plenamente habilitado para contratar con toda entidad pública. Sin embargo, la peculiar conjugación en tiempo pasado del impedimento añadido a las bases del concurso del PEB renueva ahora esa arbitrariedad anterior. En las propias bases además se señala que este tipo de observaciones dan lugar a que el expediente presentado al concurso no sea siquiera sometido a consideración del jurado.


Hay abogados que piensan que esta situación puede ser legalmente cuestionada. Entendemos, no obstante, que ello podría implicar alguna demora u obstáculo para la realización del concurso, y no es nuestra intención perjudicar a los demás participantes: el Perú es pródigo en talento curatorial y artístico y sin duda habrá entre las distintas propuestas varias de gran nivel, cuya realización contará siempre con nuestro aliento. Desde ese espíritu, procuraremos más bien encontrar otras maneras ––desinteresadas–– de ofrecer un aporte creativo y crítico (en el sentido reflexivo del término) a las conmemoraciones (en plural) de fechas tan

complejas como las marcadas por el bicentenario.


Por el momento, nos limitamos a hacer público este comunicado queriendo contribuir así a cierta contemplación filosófica sobre las paradojas de un Estado cuya sobrerreglamentación burocrática entorpece la libre competencia de profesionales con trayectorias significativas… sin que tales prevenciones impidan situaciones tan absurdas como las descubiertas por escándalos recientes muy comentados.


Convirtamos este avasallamiento del sentido común en una experiencia de la que podamos salir, como aconseja cierta poesía, más tristes pero más sabios.


Y derivemos de ello la lucidez necesaria para asumir los retos de construir una sociedad de veras equitativa y meritocrática. Fundamentos esenciales para cualquier noción legítima de república y de democracia.


(Redacto este documento en Lima, el 10 de diciembre del 2020, pero lo remito el 15 del mismo mes, fecha de cierre para la entrega de los proyectos concursantes. Evito así que se interprete cualquier intención de entorpecimiento a un proceso que esperamos alcance feliz culminación).


lunes, 10 de febrero de 2020



EL ÚLTIMO CONNOISSEUR

In memoriam 
Carlos Rodríguez Saavedra

Notas preliminares para una revaloración personal

Gustavo Buntinx


A los 101 años de edad, Carlos Rodríguez Saavedra ha muerto.

Lo conocí. Lo traté. Lo entrevisté.

Varias veces, allá por la década de 1980.

Entre otros motivos, por la inauguración de la Pinacoteca del Banco Central de Reserva, hoy Museo del Centro (MUCEN), cuya creación fue sin duda uno de sus logros mayores.

Tuvo otros, varios.

La galería que él fundó, y que llevaba su nombre, fue un lugar de excepción en los complejos años de la dictadura militar de Juan Velasco Alvarado.

Desde allí apoyó los desarrollos tempranos de jóvenes como Bill Caro o José Tola (lo cual le hizo blanco de alguna difamación). Y mantuvo el interés por figuras como las de Fernando de Szyszlo.

Acogió además a Tilsa Tsuchiya, entre tantos otros. Inauguró la sala con los sutiles paisajes costeños de Reynaldo Luza, nada menos. Sus gustos eran por lo general sobrios. Y refinados.

“Delicado” es la palabra que solía rondar las apreciaciones sobre su persona. Y su estilo.

También en lo asociable a sus escritos, que mantuvieron siempre un tono literario muy propio, un registro sensible personal e intransferible.

Tal vez ello mismo lo llevaría a retraerse, con la llegada de los nuevos aires.

A mí me escuchaba con algún desconcierto. Como a todos los que entonces explorábamos reflexiones alternativas sobre la plástica contemporánea mientras el Perú entero empezaba a arder.

Desde la teoría social del arte, digamos.

Recuerdo cuando intentaba explicarle por qué el precio era un elemento cosustancial de la obra, y no una anécdota circunstancial, como él sostenía. Me escuchaba incrédulo, pero siempre amable, para luego tan sólo responder: “tenemos visiones absolutamente opuestas”.

Y cambiaba el tema, hablándome, tal vez, de España.

Y de los toros (“cada vez más grandes”).

Nosotros, por otro lado, quedábamos intrigados por su dedicación literaria al elogio de la chirimoya, verbigracia. Y otras gracias que sólo en mi ancianidad propia empiezo a comprender.

Algo de todo ello se respira en el cuadro de Francisco Abril de Vivero que lo retrata, aún joven, en 1954. Sentado, sereno, con la frente luminosa. Lo más expresivo, no obstante, son sus manos de creador. Al fondo, un caballete y un bodegón, en el que resalta la presencia de una tela, en rima incierta con aquellos dedos. Una manta andina. Acaso prehispánica. (Rodríguez Saavedra creía en la continuidad milenaria de lo peruano).

Sus mejores años estaban aún por delante.

Tres décadas después él se sentía ya, sospecho, distinto, distante, de aquello en lo que la discusión cultural había desembocado. (A veces creo, ahora, compartir ese sentimiento. Aunque por otras razones).

¿Cómo recuperar su legado para una revisión actual?

Sus escritos, felizmente, han sido recopilados en vida, pero no del todo contextualizados. Recuerdo alguna discrepancia pública, mía, hacia sus argumentos líricos en apoyo al proyecto del segundo belaundismo para un nuevo Museo Nacional de Arqueología que no llegaría a edificarse. Más difíciles de reconstruir son las sugerencias silenciosas de sus textos. Como las que yo mismo calladamente sentía al revisar sus ensayos sobre pintura y provincia, entre otros temas que a casi nadie parecían entonces interesar. Pero en los que a nosotros se nos iba la vida.

Sabíamos, sin embargo, que sus aportes no eran los de la erudición sino los de la sensibilidad.

Alguna vez le pregunté qué estaba en ese momento investigando.

Me miró con extrañeza, frunciendo casi irónicamente sus legendarias cejas.

“¿Investigando?”, me dijo, con cierto tono muy limeño en la voz.

Entonces lo comprendí todo.

Carlos Rodríguez Saavedra no investigaba.

Êl conocía (con cursivas, por favor).

Una categoría ––antes esencial en las artes–– que los tiempos han desvanecido.

Para bien y para mal.

Carlos Rodríguez Saavedra, el último connoisseur.

Paz en su tumba.

( F I N )

domingo, 14 de mayo de 2017

CULTOS DEL CARGAMENTO: CHAMANISMO Y ARTE CONTEMPORÁNEO ( Microcoloquio primero)

[ PUEDE DESCARGAR ESTE DOCUMENTO COMPLETO AQUÍ:

https://drive.google.com/file/d/0B-uFbAIbaujgLXhELXJzYURTSVE/view?usp=sharing ]

Fotograma tomado de Chariots, Gods, and Beyond,
sexto episodio de Ancient Aliens
serie transmitida por el History Channel



CULTOS DEL CARGAMENTO

Chamanismo y arte contemporáneo

Microcoloquio organizado por LIBRE, 
Escuela Libre de Curaduría Libre
un proyecto de Micromuseo (“al fondo hay sitio”)
www.micromuseo.org.pe

Primera etapa:       15 – 17 de mayo de 2017



SUMILLA

Joseph Beuys, ahora se sabe, fabuló la leyenda fundacional de su reputación chamánica. El relato mítico de su rescate en las estepas de Crimea era un mito en el otro sentido del término. No hubo tártaros nómades que preservaran su vida y su temperatura corporal con fieltros y grasas tras la caída del bombardero alemán en el que servía como artillero del Tercer Reich. Desde esa ficción, sin embargo, Beuys edificó una trayectoria artística portentosa. Y tensionó la escena cultural más sofisticada y cosmopolita con las energías más arcaicas.

Que no dejan de inquietarnos. Incluso desde las ambivalencias que ellas exudan al imbricarse en el sistema actual de las artes, el arte sistémico, cada vez más identificado con el capitalismo especulativo. Paradojas ahora abismadas por las extremidades de nuestros tiempos liminares, acaso terminales. El Gran Ocaso.

Para reflexionar esas contradicciones e intensidades, el microcoloquio que aquí se convoca propone una revisión reflexiva de las apelaciones crecientes al chamanismo en cierto arte latinoamericano de las últimas décadas. Desde algunas manifestaciones populares en México hasta el pleonasmo sensorial de los desbordes amazónicos sobre la escena peruana. Y el entrecruzamiento delirante de todo ello en exposiciones como Cargo Cult, de Jaime Miranda, que da pretexto y nombre a esta convocatoria. (cf.: http://www.micromuseo.org.pe/rutas/cargocult/index.html )

La procuración de bienes modernos mediante recursos mágicos es una de las explicaciones genéricas que se le suele dar a esa categoría, derivada de la antropología angloparlante. Sin embargo, estos cultos del cargamento implican también la metabolización de modernidades apenas entrevistas para el resurgir de espiritualidades  esenciales.

En la paradoja de esta oposición complementaria se ubica el reto teórico que aquí pretendemos explorar. ¿Puede el arte contemporáneo, en algunas de sus prácticas, interpretarse como un “culto del cargamento”? ¿Son esas prácticas un síntoma adicional de la normalización de la diferencia en la que hoy trastabilla la condición humana? ¿O asoma más bien en ellas el germen de una subversión regeneradora de las energías primeras, primordiales, del arte?

Aquellas que le dieron origen y sentido antes que se lo instrumentalizara como apenas y sólo arte.


ESTRUCTURA

El microcoloquio se organizará en diversas etapas. La primera de ellas contará con una conferencia magistral, dos mesas temáticas y una exposición. Cada mesa se prolongará por dos horas y admitirá formatos disímiles, previamente consensuados por sus integrantes: diálogos paritarios, o ponencia principal y comentarios. En todos los casos se reservarán por lo menos quince minutos para los intercambios necesarios con el público, a ser administrados mediante preguntas escritas.

La clausura de la primera etapa será también la apertura de la exposición especial con que Micromuseo inaugura su renovado Paradero Habana, el miércoles 17 de mayo, víspera del Día Internacional de lo Museos. 


PROGRAMA

Lunes 15 de mayo

Museo de Arte Contemporáneo de Lima – Barranco

José Benítez Sánchez
Los jicareros, 2005. Estambre sobre madera
Colección Artes de México


 
19:00 – 19:15 :  Inauguración

Protocolo, presentaciones, introducción general


19:20 – 20:00 :  Conferencia magistral

Título :  ¿Es el arte huichol un arte chamánico?

Conferencista :  Johannes Neurath, maestro en Etnología por la Universidad de Viena y doctor en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México, investigador asociado a la Subdirección de Etnología del Museo Nacional de Antropología de México. 


20:00 – 20:30 :  Intercambios con el público


20:30 – 21:00 :  Sociabilidades


Martes 16 de mayo

Auditorio del Centro Cultural Ricardo Palma
Avenida Larco 770, Miraflores, Lima

Christian Bendayán
El curandero del amor
 2011
Óleo sobre tela: 200 x 200 cm
Colección Sandra Ludmir


16:00 – 18:00 :  Mesa 1

Título :  Desbordes psicotropicales en el arte amazónico peruano

Participantes :  Harry Chávez  /  Kylla Piqueras  /  Brus Rubio

Moderador :  Christian Bendayán
Jaime Miranda Bambarén
Cargo Cult
 2016
Detalle de instalación


18:00 – 20:00 :  Mesa 2

TítuloCultos del cargamento en el arte contemporáneo

ParticipantesJaime Miranda Bambarén  /  Haroldo Hernández  /  Gustavo Buntinx

ModeradorRamón Mujica Pinilla


21:00 – 22:00 :  Clausura y sociabilidades


Miércoles 17 de mayo
( Vísperas del Día Internacional de los Museos )

Micromuseo - Paradero Habana
Calle Manuel Bonilla 107, Miraflores, Lima

Gustavo Buntinx  ( concepto )  /  Patricia Bueno  ( dirección )  /
/  Iván D'Onadío ( dirección de fotografía )  /
/  Jesús de la Cruz  ( acción )  /
Develación
2017
Video ( fotograma )


19:00 – 21:00 :  Inauguración del renovado Paradero Habana de Micromuseo

VideoinstalaciónDevelación

Artífices :  Gustavo Buntinx  ( concepto )  /  Patricia Bueno  ( dirección  )  /  Iván D'onadío  ( dirección de cámara )  /  Jesús de la Cruz  ( acción )

 
EL INGRESO ES LIBRE




El microcoloquio Cultos del cargamento 
es una iniciativa de 
LIBRE,
Escuela Libre de Curaduría Libre,
un proyecto fantaseado por Micromuseo
como espacio de sistematización anárquica
para prácticas curatoriales volitivas, libidinales, pulsionales,
desprofesionales, ainstitucionales.

Antieconómicas.

 La realización de este microcoloquio
se vincula con nuestras propuestas
de una musealidad mestiza, una musealidad promiscua,
una musealidad plebeya 


El desarrollo último de estas iniciativas
ha contado con el apoyo del
Foundation For Arts Initiatives
( ffai )


Jaime Miranda Bambarén
Cargo Cult
2016
Detalle de instalación

jueves, 15 de diciembre de 2016

"NAUFRAGIOS OCCIDENTALES" –––––––– VISITA GUIADA A LA EXPOSICIÓN "CARGO CULT", DE JAIME MIRANDA BAMBARÉN -- EL CALLAO MONUMENTAL - 13 HORAS


NAUFRAGIOS OCCIDENTALES

VISITA GUIADA A LA EXPOSICIÓN CARGO CULT
 
A cargo del artífice

JAIME MIRANDA BAMBARÉN

Y del curador

GUSTAVO BUNTINX



Sábado 17 de diciembre de 2016
13 horas

Micromuseo (“al fondo hay sitio”)
Paradero Real Felipe
Calle Daniel Nieto 185 – Callao Monumental, Perú

www.micromuseo.org.pe

Ingreso libre

MITO

Restos de hidroavión militar,
Cessna 208, Caravan I,
encontrado el 2015 en la mesa de trabajo
de la casa del desaparecido chamán,
Benigno Ramos,
al lado Oeste del río Tigre
en la amazonía de Loreto.

Benigno Ramos rescató
y utilizó estos elementos
como objetos de poder
para combatir a las oscuras mafias
de madereros ilegales que depredaban la zona.

La avioneta apareció hundida
el 9 de enero de 2009
en el río Tigre.

Luego sería canibalizada
por nativos del lugar.

( Jaime Miranda )


( Fotograma tomado de Chariots, Gods, and Beyond
sexto episodio de Ancient Aliens,
serie transmitida por el History Channel

https://www.youtube.com/watch?v=NoDKPe0eIZQ )


NAUFRAGIOS
OCCIDENTALES

( Sumilla curatorial )

 
La procuración de bienes modernos
mediante recursos mágicos
es una de las explicaciones genéricas que se le suele dar
al término “cargo cult”,
derivado de la antropología angloparlante.

Cultos de cargamento:
prácticas religiosas asociadas
al encandilamiento de ciertas culturas oceánicas
por el tesoro entrevisto de artefactos y conservas
y bienes industriales
que descendieron sobre las islas del Pacífico
acompañando a colonizadores, ejércitos, misioneros.


Como vendavales como ráfagas como bombardeos.
A veces en un sentido demasiado literal:
la militarización temporal de los mares
durante las guerras llamadas mundiales
acentuó entre algunos isleños
un atisbo de abundancias fugaces,
incomprendidas y ansiadas.

La histeria circumnavegante
de las globalizaciones erráticas.
Y el maderamen a la deriva
de los naufragios occidentales.

Un botín, casi,
a ser luego evocado, convocado,
mediante chamanismos arcaicos pero modernizantes.

Gestualidades “primitivas”,
propiciatorias de lo nuevo, de lo industrial,
de lo sintético.

Trastornado en tótem.


Trastornado en tótem.

Fascinante y letal.

Como la escritura automática
de una metralleta transfigurada en cruz.
Tótem y tabú de los hallazgos
recombinados aquí por Jaime Miranda.

Una alegoría demasiado perfecta,
tal vez,
de nuestras existencias fronterizas.
Ávidas de consumos que son violencias.

 
Una alegoría demasiado exacta
de lo que los poderes y el Poder
––la narcolepsia cultural,
el capitalismo hedónico,
el comunismo hechizo––
han hecho de nuestra carnes y de nuestras almas.

De nuestra vida social
y de la vida social de nuestras imágenes.

De todo, casi todo,
lo que antes
llamábamos arte.

Los usos del ritual
para un fetichismo otro de la mercancía.

A ser,
sin embargo,
redimida.


( Gustavo Buntinx )
 
( Fotografías de Claudia Alva, Martín León Geyer,
Jaime Miranda Bambarén ) 

domingo, 27 de marzo de 2016

CLAUDIA POLAR, IN MEMORIAM: DOS FRAGMENTOS DE UNA CONVERSACIÓN DE 1983


Claudia Polar, en los ilusos años sesenta. Emergería de ellos para consolidar la Galería Fórum, un espacio de apoyos múltiples al arte peruano en el que ella creía. Hasta anteayer mismo. Hoy descansa en paz.

Transcribo aquí dos momentos de la conversación larga que en 1983 mantuvimos para su publicación parcial en el número 18 de la revista Hueso Húmero.  

El primer fragmento es alusivo a su experiencia con los aspectos más económicos del incipiente mercado plástico peruano, antes de la revolución capitalista que todo lo ha trastocado en este milenio. También en el sistema de las artes.

El segundo ofrece un interesante testimonio de parte sobre la crucial exposición Arte al paso que en 1980 definiría las rupturas estéticas del taller Huayco E.P.S. La galería Fórum acogió esa propuesta, con ciertas reticencias pero también con una vocación de tolerancia y apertura. Ambivalencias que las palabras de Claudia destacan con apreciable franqueza. 

Esta última porción de la entrevista quedó fuera de la edición realizada por la revista, pero pude luego rescatarla en el libro que en el año 2005 dediqué a Huayco. Con un tono, por cierto, ampliamente reivindicativo de la muestra aquí discutida.

Microhistorias desde las que la historia amplia se configura.


FRAGMENTO 1:   SOBRE EL MERCADO PLÁSTICO


Gustavo Buntinx.:  ¿Y quién es el que compra arte joven en el Perú? Gente joven, has sugerido.

Claudia Polar:  Gente joven. Profesionales y empresarios. Pero no necesariamente de los niveles económicos más altos. Fórum tiene la imagen de una galería rica, pero no lo es porque no vende cuadros caros ni tiene una clientela de gran poder adquisitivo. Al coleccionista sólo hemos llegado cuando tuvimos un excelente Ricardo Grau o un Gil de Castro, como el que vendimos al Banco Central de Reserva. Es el arte consagrado ––y generalmente muerto–– el que a ellos les interesa.

G.B.:  Fórum lleva ya algo más de nueve años de vida. ¿Has percibido en ese lapso relevos significativos en la composición del público comprador?

C.P.:  Yo suelo decir que el dinero puede cambiar de manos, pero siempre hay un sector que compra. En nuestro caso es un poco difícil precisar esos movimientos, justamente porque trabajamos con un mercado joven y de precios reducidos. La gente que viene haciendo con nosotros su pared cuadrito por cuadrito no ha básicamente cambiado. Hay, sí, caras nuevas, por lo general la de los nuevos ricos de cada periodo económico.

G.B.:  ¿Hubo durante el gobierno militar una notoria presencia de compradores ligados a la burocracia estatal o paraestatal?

C.P.:  No en nuestro caso. Intenté con militares, pero estaban en otra cosa. El contrabando, por ejemplo.

(Tomado de: [Gustavo Buntinx]. "Arte joven peruano: ¿el sueño del mercado propio? Una conversación con Claudia Polar". Hueso Húmero, nº 18. Lima: Mosca Azul: julio-setiembre 1983 [1984]. pp. 94-107)



FRAGMENTO 2:  SOBRE LA EXPOSICIÓN ARTE AL PASO, del luego Taller E.P.S. Huayco:

CLAUDIA POLAR: Yo no llegué a percibir del todo el discurso político. Arte al paso me interesó fundamentalmente como experiencia artística y en ese sentido creo que no cumplió con las expectativas creadas. Los resultados fueron más bien chabacanos. [...L]a puesta misma dejó mucho que desear y diluía el contenido conceptual y plástico del trabajo. 

[...Y]o me expuse a una protesta contra las galerías desde el interior mismo de mi galería. Porque eso fue Arte al paso y ya allí hubo una contradicción interesante en los propios artistas que otros se han encargado de criticar. Para mí fue un poco un reto. Al final la galería no pierde: se está dando apertura, se está demostrando que la nuestra es una mentalidad abierta hasta para la
propia autocrítica del sistema. 

Muchos me dijeron que era una tonta por prestarme a un ataque así en mi propia casa. Pero el hecho de que las críticas hayan surgido de ambos lados ya justifica nuestra actitud. Todo esto se recicla, se analiza, se hace historia. Por último, hoy estamos grabando esta conversación. 

(Fragmento inédito de entrevista realizada en 1983 para el número 18 de la revista Hueso Húmero. Luego publicado en: 
Gustavo Buntinx. “Estética de Proyección Social: el taller E.P.S. Huayco y la utopía socialista en el arte peruano”. p. 93. Estudio introductorio para el libro: G.B. [ed.]. E.P.S. Huayco. Documentos. Lima: Museo de Arte de Lima [MALI], Instituto Francés de Estudios Andinos y Centro Cultural de España, 2005). 

 
(Vista parcial de la histórica exposición Arte al paso, acogida en mayo de 1980 por la galería Fórum. Arriba, algunos de los lemas y grabados que articularon esa muestra. Abajo, una porción de las gigantescas "salchipapas" pintadas sobre diez mil latas (vacías) de leche evaporada. En el medio, las hijas de Francisco Mariotti y María Luy, dos de los miembros fundadores del Taller E.P.S. Huayco).