NO SOY INVISIBLE: Cadena oligopólica de cines prohibe el ingreso de Fátima Buntinx a las salas en que se exhibe la película de la que es protagonista
TAMBIÉN EL MINISTERIO DE CULTURA PROTESTA CONTRA LOS MALTRATOS IMPUESTOS A LAS MALAS INTENCIONES
Por cierto no hay en la cinta –dirigida por la notable Rosario García-Montero– nada que justifique semejante aberración, pero además el tema se torna delirante si se considera que Fátima es no sólo la protagonista del filme entero sino también la presencia principal en todas y cada una de sus escenas. Una empresa privada se atribuye así el derecho extravagante de impedir a una actriz espectar su propia imagen y trabajo.
El tema parece absurdo, pero en realidad responde al absurdo mayor de un sistema de distribución y exhibición concebido para minimizar el desarrollo del cine arte en la protoindustria fílmica nacional. Haciendo usufructo abusivo de su dominio del mercado, los distruibuidores marginan y arrinconan las películas de densidad especial, buscando expulsarlas del circuito para maximalizar las ganancias de blockbusters internacionales o cintas locales de carácter comercial en cuya producción han invertido capitales. Todo ello configura probables prácticas oligopólicas que bien ameritarían un escrutinio legal y las investigaciones pertinentes por parte de INDECOPI.
Pruebas al canto: además de las restricciones irracionales al acceso de menores a Las malas intenciones, se han retirado de las salas todos sus afiches y se han cubierto casi todas sus vallas publicitarias en las vías públicas. Y a pesar de los resultados de taquilla en su semana de estreno, de inmediato se la ha relegado a los horarios más inverosímiles (10:30 AM, 1 PM., 3:00 PM...). Atención al hecho que todas estas decisiones son tomadas por apenas un par de agentes, distorsionando gravemente cualquier noción de libre mercado y competencia.
La situación en realidad desborda el caso específico de esta película y pone otra vez en el urgente orden del día la discusión de propuestas para un sistema que democratice nuestras avasalladas industrias culturales. Su grito de batalla bien podría ser aquél esgrimido por la propia Fátima en la escena final de la película: "¡No soy invisible!"
De clara pertinencia es el comunicado que acaba de emitir el Ministerio de Cultura sobre estos y otros maltratos escandalosos impuestos a Las malas intenciones. "Por tal motivo, y como autoridad cinematográfica del país", concluye ese documento, "demandamos tengan a bien reprogramar la exhibición de la película Las malas intenciones en la tercera semana en las salas de cine de sus asociados, con los horarios y en las condiciones en la que fue estrenada, puesto que el cine peruano merece un trato mínimamente digno en su propio país."
Transcribo a continuación el informe que al respecto publica la página web de El Comercio:
Ministerio de Cultura exige a cines mejores horarios para 'Las malas intenciones'
El filme peruano ha sido relegada a horas de poca concurrencia. “Pareciera confirmar que no les interesa en absoluto el desarrollo de nuestra cinematografía”, asegura entidad estatal
El Ministerio de Cultura expresó su “sorpresa e incomodidad” a la Asociación de distribuidores y exhibidores cinematográficos por haber relegado a la película peruana “Las malas intenciones” a horarios poco atractivos para el público.
“No cuestionamos que el cine sea para ustedes un negocio y como tal debe regirse por las leyes del mercado”, recuerda el Ministerio de Cultura en un comunicado. “Pero el trato dado a esta película, como a otras cintas peruanas estrenadas en los últimos años, pareciera confirmar que no les interesa en absoluto el desarrollo de nuestra cinematografía y más bien quisieran obstaculizar su llegada al público”, continúa el pronunciamiento público.
“Las malas intenciones”, dirigida por Rosario García-Montero ganó el premio a la mejor película peruana en el XV Festival de Cine de Lima y el Premio Especial del Jurado por la calidad de dirección de niños en el 39° Festival de Cine de Gramado, en Brasil. Asimismo, fue ovacionada durante la última versión del Festival de Berlín. Pese a ello, en su segunda semana en la cartelera limeña no ha sido destacada en los horarios estelares.
Para el Ministerio de Cultura, ello es una muestra de que a las producciones nacionales “no les brindan las consideraciones que si le dan a las películas extranjeras”. Ello no solo se refleja en los horarios anticomerciales, sino en “súbitas suspensiones de función, impedimento de acceso a la entrada a menores acompañados de sus padres, descuido con el material de promoción, entre otros hechos de conocimiento público”.
En efecto, “Las malas intenciones”, en la mayoría de cines, está programada esta semana entre las 3:00 p.m. y 5:30 p.m., horas en las que pocas personas acuden a las salas de cine.
Etiquetas: Cineplanet, Fátima Buntinx, Las malas intenciones
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