Micromuseo - Bitácora

domingo, 26 de enero de 2014

UN SOLO MAR (PIEZA DEL MES - ENERO 2014)


Gustavo Buntinx (concepto y textos) /
/ Sophia Durand (fotografía y diseño) 

Un solo mar
(Ofrenda) 

2009 - 2014

Impresión digital sobre papel montado sobre foam
16.5 x 46 cm
(Proyecto para valla publicitaria frente al mar de Valparaíso, Chile)

Micromuseo ("al fondo hay sitio")
Donación: Gustavo Buntinx y Sophia Durand, 2009 - 2014


Casi a vísperas de la lectura oficial del fallo 
de la Corte Internacional de La Haya 
sobre el diferendo de límites marinos entre el Perú y Chile, 
MICROMUSEO saluda esa resolución definitiva de disputas anacrónicas. 
Actualizamos para ello la imagen y el texto explicativo 
de la pieza especialmente concebida cinco años atrás, 
hacia el comienzo del proceso jurídico que ––cualquiera sea su resultado–– 
llega ahora a feliz término, pues con él termina toda posibilidad de conflicto 
y se reinicia el hermanamiento inevitable.


UN SOLO MAR 

El arte mayor de la diplomacia suele ser la demarcación de fronteras. El arte mayor del arte mismo es borrarlas: desbordar los límites (de cualquier tipo) podría ser un subtexto principal (no el único) de la exposición Lo impuro y lo contaminado III: Pulsiones (neo)barrocas en las rutas de MICROMUSEO, que ocupó la casi totalidad del Museo de Arte Contemporáneo – Parque Forestal como parte de la I Trienal de Chile 2009. Una macroexhibición concebida no como un muestrario de tendencias recientes, sino como un replanteamiento histórico (y sensorial) de varias convulsiones decisivas (no todas) en la visualidad peruana impactada por dos décadas traumáticas de guerra incivil (1980-1992) y dictadura (1992-2000). Y por un lento aprendizaje nuevo en las culturas de la democracia.

Todo enmarcado, sin embargo, por las tensiones de las deliberaciones jurídicas iniciadas en la Corte Internacional de La Haya para zanjar las diferencias sobre la frontera marítima entre el Perú y Chile. En este contexto delicado concebimos, como prolongación de las exhibiciones de MICROMUSEO en Santiago, la intervención de una gigantesca valla publicitaria sobre el litoral portuario de Valparaíso.

Problemas probablemente logísticos imposibilitaron esa propuesta, que sin embargo quedó inscrita por la versión en formato menor ubicada como hito inicial del recorrido de nuestra exhibición en el museo: la ofrenda icónica en la que un solo e indiviso mar sirve de fondo compartido para el intercambio conmovedor de cartas (ver apéndice) entre el almirante peruano Miguel Grau Seminario y Carmela Carvajal, la viuda del capitán chileno Arturo Prat Chacón, caído muy poco antes, el 21 de mayo de 1879, al intentar abordar el monitor Huáscar durante el Combate de Iquique. Apenas cinco meses después, el 8 de octubre del mismo año, también Grau perdería la vida en el definitivo Combate de Angamos.

Dos vidas, dos muertes enfrentadas en la misma Guerra del Pacífico. Ese océano, ahora otra vez en disputa, que algún día nos unirá definitivamente.

(El arte mayor de la diplomacia suele ser la demarcación de fronteras. El arte mayor del arte mismo es borrarlas).

Gustavo Buntinx
2009 - 2014

Apéndice:

Correspondencia intercambiada entre Miguel Grau y Carmela Carvajal viuda de Prat, a pocos días de la muerte en combate del esposo de la dama chilena.

Monitor “Huáscar”, Pisagua, junio 2 de 1879

Señora doña Carmela C. De Prat

Dignísima señora:

Un sagrado deber me autoriza a dirigirme a usted 
y siento profundamente que esta carta, 
por las luchas que va a rememorar, 
contribuya a aumentar el dolor que hoy, justamente, 
debe dominarla.

En el combate naval del 21 próximo pasado, 
que tuvo lugar en las aguas de Iquique, entre las naves peruanas y chilenas, 
su digno y valeroso esposo, el Capitán de Fragata don Arturo Prat, 
Comandante de la "Esmeralda", fue, como usted no lo ignorará ya, 
víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de la bandera de su Patria.
Deplorando sinceramente tan infausto acontecimiento 
y acompañándola en su duelo, 
cumplo con el penoso deber de enviarle las, para usted, 
inestimables prendas que se encontraron en su poder 
y que son las que figuran en la lista adjunta. 
Ellas le servirán indudablemente de algún pequeño consuelo 
en medio de su gran desgracia, y para eso me he anticipado a remitírselas.

Reiterándole mis sentimientos de condolencia, logro, señora, 
la oportunidad para ofrecerle mis servicios, consideraciones y respetos
con que me suscribo de usted, señora, 
muy afectísimo seguro servidor.

Miguel Grau




Valparaíso, 1º de agosto de 1879

Señor don Miguel Grau 

Distinguido Señor:

Recibí su fina y estimada carta fechada a bordo del "Huáscar", 
en 2 de junio del corriente año. 
En ella, con la hidalguía del caballero antiguo, 
se digna usted a acompañarme en mi dolor, 
deplorando sinceramente la muerte de mi esposo, 
y tiene la generosidad de enviarme las queridas prendas 
que se encontraron sobre la persona de mi Arturo, 
prendas para mí de un valor inestimable, por ser, 
o consagradas por su afecto, como los retratos de mi familia, 
o consagradas por su martirio, como la espada que lleva su adorado nombre.

Al proferir la palabra martirio, no crea usted, señor, 
que sea mi intento inculpar al jefe del "Huáscar" de la muerte de mi esposo.
Por el contrario, tengo la conciencia de que el distinguido jefe que, 
arrostrando el furor de innobles pasiones, sobreexcitadas por la guerra, 
tiene hoy el valor, cuando aún palpitan los recuerdos de Iquique, 
de asociarse a mi duelo y de poner muy alto 
el nombre y la conducta de mi esposo en esa jornada, 
y que tiene aún el más raro valor de desprenderse de un valioso trofeo, 
 poniendo en mis manos una espada 
que ha cobrado un precio extraordinario 
por el hecho mismo de no haber sido rendida; 
un jefe semejante, un corazón tan noble, 
se habría, estoy cierta, interpuesto, a haberlo podido, 
entre el matador y su víctima, 
y habría ahorrado un sacrificio tan estéril para su Patria 
como desastroso para mi corazón.

A este propósito, no puedo menos de expresar a usted 
que es altamente consolador, 
en medio de las calamidades que origina la guerra, 
presenciar el grandioso despliegue 
de sentimientos magnánimos y luchas inmortales 
que hacen revivir en esta América 
las escenas y los hombres de la epopeya antigua.

Profundamente reconocida 
por la caballerosidad de su procedimiento hacia mi persona, 
y por las nobles palabras con que se digna honrar la memoria de mi esposo, 
me ofrezco muy respetuosamente de usted atenta y affma. S.S.

Carmela Carvajal de Prat

viernes, 17 de enero de 2014

TOUT EST FÉTICHISTE / TOUT EST POLITIQUE Revisión histórica de Cecilia Noriega-Bozovich en el Instituto Cultural Peruano Norteamericano

El pasado 14 de enero Micromuseo (“al fondo hay sitio”) inauguró en la Galería Germán Kruger Espantoso del Instituto Cultural Peruano Norteamericano (ICPNA) un nuevo y singular aporte para el rescate crítico de la historia del arte peruano. Y de la historia a secas.

La propuesta inquieta desde el título concebido en paródico francés por los manifiestos de la propia expositora: TOUT EST FÉTICHISTE  /  TOUT EST POLITIQUE.  Cecilia Noriega Bozovich, entre lo Real y lo Simbólico (1999 - 2013). Mediante un mayúsculo esfuerzo museográfico esta revisión antológica rescata la fugacidad de las desconcertantes intervenciones urbanas de la artífice no sólo en su creativa documentación de época —sobretodo fotografías y videos— sino también en sus impresionantes restos materiales: banderolas publicitarias perturbadas, fatuos sillones presidenciables, vehículos militares travestidos…
A continuación reproduzco la sinopsis curatorial publicada en el folleto de mano de la exposición. Pronto saldrá a la luz el libro especialmente concebido para la muestra.

Cecilia Noriega-Bozovich. Utopía I / Utopía 2. 2004 – 2008
Impresión digital en backlight (caja de luz): 88 x 88 x 21 cm, cada pieza

FÉTICHISTE  /  POLITIQUE
Gustavo Buntinx
Con esta exposición ANTOLÓGICA Micromuseo procura un sesgado CORTE histórico. Un despliegue de materiales INSÓLITOS que rinden impresionante cuenta de los recorridos artísticos de Cecilia Noriega-Bozovich (Chimbote, 1954) por los PLIEGUES de las relaciones entre  el  FETICHISMO  y  el PODER que marcan de manera tan PUNZANTE la trayectoria peruana reciente.
Al igual que el país entero, a lo largo de este corto siglo la artífice REINVENTA sus varias vidas anteriores en sucesivas experimentaciones que confunden y DESBORDAN las fronteras acostumbradas del ARTE y de la POLÍTICA. Dos categorías culturales agudamente articuladas desde la categoría PSICOANALÍTICA del fetichismo: Tout est fétichiste / Tout est politique, rezan en PARÓDICO francés (mais oui) sus manifiestos tempranos.
Pero el fetiche es siempre la COMPENSACIÓN por exceso de un VACÍO. La sustitución EXAGERADA –desplazada– de una CARENCIA imaginaria, una AUSENCIA fálica. La fantasía regresiva de una CASTRACIÓN negada / reparada en la que, sin embargo, el arte a veces logra configurar un subvertido resto de UTOPÍA. Social e ÍNTIMA.
Una asociación INCISIVA, reprimida, LIBERADA por Noriega-Bozovich durante el angustioso TRANCE hacia la democracia que en nuestro país coincide con los tránsitos al nuevo milenio. Y luego reprocesada desde las pulsiones ocultas tras los nuevos LUJOS y los MIEDOS nuevos instalados entre nosotros por la actual REVOLUCIÓN CAPITALISTA que todo lo resignifica.
Entre 1999 y 2001 sus trabajos IMPACTAN divertidamente las definiciones locales de lo artístico mediante interacciones con lo POPULAR en las calles, plazas, playas, e incluso los desangelados cielos de la gran Lima. La expansión ULTRAPERIFÉRICA del cosmopolita concepto expandido de la escultura (SOCIAL: Joseph Beuys).

Cecilia Noriega-Bozovich
El carro de la novia (y los objetos que arrastra). 2000
Acción / Instalación
(intervención urbana en matrimonio masivo de Villa El Salvador, Lima)
(Fotografías: César Delgado Wixan)

Un desborde CRÍTICO, pero no menos LÚDICO por ello. O incluso ERÓTICO: atención a la LUBRICIDAD política con que Noriega-Bozovich TRASTOCA el ceremonial abierto de los matrimonios masivos en zonas marginales de la Gran Lima (Villa El Salvador) y la amazonía (Pucallpa). Rituales FATUOS pero sentidos que la artífice INQUIETA mediante la infiltración de magnificados atributos sexuales: velo, VASELINA, zapato, CORBATA, gran brassiere mamario. Y el RADIANTE rosa del lujoso automóvil Camaro vaginalmente TRASTORNADO en lecho para los escarceos fotográficos de los recién casados (más algunos espontáneos).
Cecilia Noriega-Bozovich
El carro de la novia (y los objetos que arrastra). 2000
Acción / Instalación
(intervención urbana en matrimonio masivo de Villa El Salvador, Lima)
(Fotografía: César Delgado Wixan)

La monumentalización de un eros POP-POPULAR cuya iconización definitiva, sin embargo, es aquí sobre todo CROMÁTICA. Esa desviación IRIDISCENTE del rojo político hacia su tonalidad ROSA más comercial y RUTILANTE. Como en el insólito camuflaje FUCSIA-BARBIE con que un año después Noriega-Bozovich (en)cubre su delirante Chismemóvil: un TRAVESTIDO jeep del ejército en el que durante el año 2000 Cecilia paseaba a críticos y artífices y a la ciudadanía en general por entre las arquitecturas emblemáticas de un poder CULTURAL del que circunstancialmente no participa (la Bienal Iberoamericana de Lima) y un poder POLÍTICO-ECLESIÁSTICO que sistemáticamente la oprime (la Dictadura). Recorridos “femeninamente” utilizados para recibir y propagar HABLADURÍAS en un medio dominado por el TEMOR y el RUMOR. La FEMINIZACIÓN de lo MARCIAL.





Cecilia Noriega-Bozovich. El Chismemóvil
2000 – 2001
Video. 13:39". (Primera parte: 7:23". Segunda parte: 6:16")

Pero esa ITINERANCIA física y verbal es también social. Sobre todo al materializarse luego (2001) en los ocupantes insólitos de un ÁUREO sillón presidencial reinterpretado por Noriega-Bozovich como “objeto FETICHE supremo”: “nuevamente la presea más codiciada de nuestra FAUNA política en pleno”, explicaba la artífice mientras en espacios socialmente OPUESTOS de la ciudad personajes de toda condición hacían divertida cola frente al “TRONO” para el registro instamatic de sus respectivos quince segundos (sorry, Warhol) de FAMA y PODER. Parodia explícita de esa otra y larga cola de pretendientes a la más alta función pública. Pero también de cierta alineada ANSIEDAD que serpenteaba entre funcionarios y políticos a los que su VIDEO les esperaba.
Cecilia Noriega-Bozovich. Todos somos presidenciables. 2000
Acción / Instalación
(Intervención urbana en la Plaza Cívica de Villa el Salvador
y la Plaza Mayor de Lima)
(Fotografías: Carlos Ausejo, Tomás Delgado)

Sex, Lies, and VLADI-TAPES. Dios en su INFINITA misericordia ha querido hacer de nuestra triste y pobre porción de la PERIFERIA el CENTRO paradigmático de la condición POST-MODERNA. Su ejemplar puesta-en-abismo, su VÓRTICE ejemplarizante: una provinciana VANITAS tecnopolítica, un subtropical MEMENTO MORI del simulacro, donde el poder-VOYEUR registra onanistamente en video cada uno de sus propios actos de corrupción y ENVILECIMIENTO. Y el Presidente FUGADO renuncia por fax o por correo electrónico (el chisme virtual, Cecilia dixit) a una investidura cuya única legitimidad fue la de su FETICHIZACIÓN mediática.
Legado oscuro de todo ello son las culturas de la MARCIALIZACIÓN y el SIMULACRO que todavía nos asedian con violencias sobre todo SIMBÓLICAS. Pero a veces demasiado FÁCTICAS: el 19 de febrero de 2001 la libido artística de Noriega-Bozovich es brutalmente interceptada por el ASESINATO de su esposo durante uno de los tantos secuestros generalizados en nuestro país desde las economías boyantes del NARCOTRÁFICO y la EXTORSIÓN. Una situación LÍMITE que durante años llevaría su existencia y su obra hacia otras inquisiciones, incluyendo algunas DERIVAS literarias conmovedoras (su poemario Palos secos es de 2004).
Aunque con REQUIEBROS, las inquietudes anteriores perdurarían en su arte. Pero es a partir de 2010 que la EXTREMIDAD vivida empieza a procesarse desde otras CLAVES OCULTAS del fetichismo, ahora cifradas en un lujo SEDUCTOR y OMINOSO, decorativo y amenazante y SACRO al mismo tiempo. JOYAS casi, que impresionan por sus soportes áureos marcados con las LUCES encendidas de las RUTAS del narcotráfico. O por las transparencias TURBIAS de los polímeros con que Noriega-Bozovich atrapa hojas de COCA y casquillos de BALAS para hacer de ellos un ladrillo, una baldosa, una mampara.
Cecilia Noriega-Bozovich
Mampara. 2011
Resina, hojas de coca, fierro, dispositivos de luz fluorescente:
181 x 131 x 18 cm, aprox.
Baldosas. 2011. Resina, hojas de coca, casquillos de balas, fierro, dispositivos de luz fluorescente:
178 x 148 x 18 cm, aprox.
Ara. Resina, hojas de coca, madera, dispositivos de luz fluorescente

Un ARA: esa “losa o piedra consagrada, que suele contener RELIQUIAS de algún santo”, concebida para la celebración de la EUCARISTÍA (Real Academia Española). Una “primera piedra” para la construcción de una iglesia. Una ECCLESIA: nuestra comunidad inimaginada. El FALO AUSENTE. También materno. (Patria, Matria, Madre Patria).

El COQUETO chaleco Barbie que la artífice ostentaba durante los recorridos del Chismemóvil es ahora la chaqueta militar, abaleada y RAÍDA, de un soldado VICTIMADO en la zona cocalera. Un contrapunto ABISMAL –pero decisivo– para la LÍNEA ROSA que identificaba antes su producción más característica. La FEMINIZACIÓN de lo marcial deviene la TANATIZACIÓN del goce. Del LUJO y de la LUJURIA. La vocación pública de otrora tórnase AGORAFÓBICA en la exploración SINIESTRA del objeto suntuario y doméstico.

De la ESCULTURA SOCIAL a la SUBVERSIÓN DE INTERIORES. Opuestos complementarios de una misma y crucial estrategia en la que Noriega-Bozovich revela y revierte –PERVIERTE– el inconsciente colectivo del poder actual: el LUMPENCAPITALISMO, la NARCOLEPSIA, la ESPECTACULARIZACIÓN VULGAR. Todos los agobios que empantanan el Imaginario nacional en una oscilación ANÓMICA entre las categorías psicoanalíticas de lo Real y lo Simbólico, para abusar de los términos acuñados por Jacques LACAN. La ardua ERECCIÓN de algún tipo de Orden y Sentido, socavado siempre por las continuas REGRESIONES hacia lo anárquico e informe. La crisis fálica.

La CRISIS FÁLICA: una FALENCIA estructural en el DERROTERO político y social de nuestras PERUANAS vidas. Personales e HISTÓRICAS. Pocas obras como la de Noriega-Bozovich lo ponen en tan DESAFIANTE evidencia. Y pocas exposiciones lo ponen en evidencia tan URGIDA.

Cecilia Noriega-Bozovich
Todos somos presidenciables (Versus y reversus). 2003
(Reelaboración de fotografía realizada en 2001)
Fotografía digital sobre papel montado sobre aluminio: 110 x 110 cm
(Fotografía: César Delgado Wixan)