UN SOLO MAR (PIEZA DEL MES - ENERO 2014)
Un solo mar
(Ofrenda)
(Ofrenda)
2009 - 2014
Impresión digital sobre papel montado sobre foam
16.5 x 46 cm
(Proyecto para valla publicitaria frente al mar de Valparaíso, Chile)
Micromuseo ("al fondo hay sitio")
Donación: Gustavo Buntinx y Sophia Durand, 2009 - 2014
Donación: Gustavo Buntinx y Sophia Durand, 2009 - 2014
Casi
a vísperas de la lectura oficial del fallo
de la Corte Internacional de La Haya
sobre el diferendo de límites marinos entre el Perú y Chile,
MICROMUSEO saluda esa resolución definitiva de disputas anacrónicas.
Actualizamos para ello la imagen y el texto explicativo
de la pieza especialmente concebida cinco años atrás,
hacia el comienzo del proceso jurídico que ––cualquiera sea su resultado––
llega ahora a feliz término, pues con él termina toda posibilidad de conflicto
y se reinicia el hermanamiento inevitable.
de la Corte Internacional de La Haya
sobre el diferendo de límites marinos entre el Perú y Chile,
MICROMUSEO saluda esa resolución definitiva de disputas anacrónicas.
Actualizamos para ello la imagen y el texto explicativo
de la pieza especialmente concebida cinco años atrás,
hacia el comienzo del proceso jurídico que ––cualquiera sea su resultado––
llega ahora a feliz término, pues con él termina toda posibilidad de conflicto
y se reinicia el hermanamiento inevitable.
UN SOLO MAR
El arte mayor de la
diplomacia suele ser la demarcación de fronteras. El arte mayor del arte
mismo es borrarlas: desbordar los límites (de cualquier tipo) podría
ser un subtexto principal (no el único) de la exposición Lo impuro y lo contaminado III: Pulsiones (neo)barrocas en las rutas de MICROMUSEO,
que ocupó la casi totalidad del Museo de Arte Contemporáneo – Parque
Forestal como parte de la I Trienal de Chile 2009. Una macroexhibición
concebida no como un muestrario de tendencias recientes, sino como un
replanteamiento histórico (y sensorial) de varias convulsiones decisivas
(no todas) en la visualidad peruana impactada por dos décadas
traumáticas de guerra incivil (1980-1992) y dictadura (1992-2000). Y por
un lento aprendizaje nuevo en las culturas de la democracia.
Todo enmarcado, sin
embargo, por las tensiones de las deliberaciones jurídicas iniciadas en
la Corte Internacional de La Haya para zanjar las diferencias sobre la
frontera marítima entre el Perú y Chile. En este contexto delicado
concebimos, como prolongación de las exhibiciones de MICROMUSEO en
Santiago, la intervención de una gigantesca valla publicitaria sobre el
litoral portuario de Valparaíso.
Problemas
probablemente logísticos imposibilitaron esa propuesta, que sin embargo
quedó inscrita por la versión en formato menor ubicada como hito inicial
del recorrido de nuestra exhibición en el museo: la ofrenda icónica en
la que un solo e indiviso mar sirve de fondo compartido para el
intercambio conmovedor de cartas (ver apéndice) entre el almirante
peruano Miguel Grau Seminario y Carmela Carvajal, la viuda del capitán
chileno Arturo Prat Chacón, caído muy poco antes, el 21 de mayo de 1879,
al intentar abordar el monitor Huáscar durante el Combate de Iquique.
Apenas cinco meses después, el 8 de octubre del mismo año, también Grau
perdería la vida en el definitivo Combate de Angamos.
Dos vidas, dos
muertes enfrentadas en la misma Guerra del Pacífico. Ese océano, ahora
otra vez en disputa, que algún día nos unirá definitivamente.
(El arte mayor de la diplomacia suele ser la demarcación de fronteras. El arte mayor del arte mismo es borrarlas).
Gustavo Buntinx
2009 - 2014
2009 - 2014
Apéndice:
Correspondencia
intercambiada entre Miguel Grau y Carmela Carvajal viuda de Prat, a
pocos días de la muerte en combate del esposo de la dama chilena.
Monitor “Huáscar”, Pisagua, junio 2 de 1879
Señora doña Carmela C. De Prat
Dignísima señora:
Un sagrado deber me
autoriza a dirigirme a usted
y siento profundamente que esta carta,
por
las luchas que va a rememorar,
contribuya a aumentar el dolor que hoy,
justamente,
debe dominarla.
En el combate naval
del 21 próximo pasado,
que tuvo lugar en las aguas de Iquique, entre las
naves peruanas y chilenas,
su digno y valeroso esposo, el Capitán de
Fragata don Arturo Prat,
Comandante de la "Esmeralda", fue, como usted
no lo ignorará ya,
víctima de su temerario arrojo en defensa y gloria de
la bandera de su Patria.
Deplorando
sinceramente tan infausto acontecimiento
y acompañándola en su duelo,
y acompañándola en su duelo,
cumplo con el penoso deber de enviarle las, para usted,
inestimables
prendas que se encontraron en su poder
y que son las que figuran en la
lista adjunta.
Ellas le servirán indudablemente de algún pequeño
consuelo
en medio de su gran desgracia, y para eso me he anticipado a
remitírselas.
Reiterándole mis
sentimientos de condolencia, logro, señora,
la oportunidad para
ofrecerle mis servicios, consideraciones y respetos
con que me suscribo
de usted, señora,
muy afectísimo seguro servidor.
Miguel Grau
Valparaíso, 1º de agosto de 1879
Señor don Miguel Grau
Distinguido Señor:
Recibí su fina y
estimada carta fechada a bordo del "Huáscar",
en 2 de junio del corriente año.
en 2 de junio del corriente año.
En ella, con la hidalguía del caballero antiguo,
se digna usted a acompañarme en mi dolor,
deplorando sinceramente la muerte de mi esposo,
se digna usted a acompañarme en mi dolor,
deplorando sinceramente la muerte de mi esposo,
y tiene la generosidad de enviarme las queridas prendas
que
se encontraron sobre la persona de mi Arturo,
prendas para mí de un
valor inestimable, por ser,
o consagradas por su afecto, como los
retratos de mi familia,
o consagradas por su martirio, como la espada
que lleva su adorado nombre.
Al proferir la
palabra martirio, no crea usted, señor,
que sea mi intento inculpar al
jefe del "Huáscar" de la muerte de mi esposo.
Por el contrario,
tengo la conciencia de que el distinguido jefe que,
arrostrando el furor
de innobles pasiones, sobreexcitadas por la guerra,
tiene hoy el valor,
cuando aún palpitan los recuerdos de Iquique,
de asociarse a mi duelo y
de poner muy alto
el nombre y la conducta de mi esposo en esa jornada,
el nombre y la conducta de mi esposo en esa jornada,
y
que tiene aún el más raro valor de desprenderse de un valioso trofeo,
poniendo en mis manos una espada
que ha cobrado un precio extraordinario
que ha cobrado un precio extraordinario
por el hecho mismo de no haber sido rendida;
un jefe semejante, un
corazón tan noble,
se habría, estoy cierta, interpuesto, a haberlo
podido,
entre el matador y su víctima,
entre el matador y su víctima,
y habría ahorrado un sacrificio
tan estéril para su Patria
como desastroso para mi corazón.
A este propósito, no
puedo menos de expresar a usted
que es altamente consolador,
que es altamente consolador,
en medio
de las calamidades que origina la guerra,
presenciar el grandioso
despliegue
de sentimientos magnánimos y luchas inmortales
de sentimientos magnánimos y luchas inmortales
que hacen
revivir en esta América
las escenas y los hombres de la epopeya antigua.
las escenas y los hombres de la epopeya antigua.
Profundamente
reconocida
por la caballerosidad de su procedimiento hacia mi persona,
por la caballerosidad de su procedimiento hacia mi persona,
y
por las nobles palabras con que se digna honrar la memoria de mi
esposo,
me ofrezco muy respetuosamente de usted atenta y affma. S.S.
Carmela Carvajal de Prat