Micromuseo - Bitácora

martes, 8 de junio de 2010

BATALLAS POR LA MEMORIA V: Alcalde de Miraflores se apropia de la paternidad del monumento a las víctimas de Tarata

Nueva placa en la que el alcalde actual de Miraflores,
Manuel Masías,
impone su nombre al monumento de las víctimas
del atentado en la calle Tarata, inaugurado años atrás.

A propósito de la destrucción del monumento a las víctimas de la violencia en Villa María del Triunfo (ver posts anteriores en esta bitácora), Víctor Vich nos hace llegar una provocadora carta abierta sobre otro gesto, aparentemente opuesto pero igualmente irrespetuoso hacia la memoria. Se trata de la modificación del entorno y -sobre todo- de la placa del memorial levantado hace años en el punto preciso de la calle Tarata donde Sendero Luminoso detonó un coche-bomba el 16 de julio de 1992. Transcribo ese texto en su integridad. Para reflexionar y discutir.

UN NUEVO ATENTADO DE MANUEL MASÍAS:
MÁS DESTROZOS EN LA CALLE TARATA


¿Qué tienen estos alcaldes que se les da por clavar su nombre en cuanta obra realizan y en cuanto lugar restauran? ¿Son ellos quienes verdaderamente “realizan” esas obras o más bien deberíamos entender que todo lo que ejecutan lo hacen por encargo de sus votantes y entonces deberían concebirse a sí mismos no como protagonistas de los hechos sino como simples servidores de la población que los eligió? Pero, claro, eso es pedir “peras al olmo” pues ya sabemos que la política en el Perú se encuentra totalmente inmersa en la “sociedad del espectáculo” y que el poder y el ansia de figuración es lo único a lo que aspiran nuestros políticos criollos. Uno de ellos es el actual alcalde de Miraflores.

Aunque ya estamos acostumbrados (y hasta deprimidos) a que sigan sin aparecer líderes con nuevas formas de hacer política, llega un momento en que hay cosas que no pueden aceptarse desde ninguna posición política. Me refiero, en este caso, a la utilización de las muertes producidas por un atentando terrorista para sacar réditos políticos. De manera absolutamente obscena (no se qué otra palabra puede utilizarse), el alcalde Manuel Masías ha impreso su nombre en el monumento recordatorio al atentado de la calle Tarata. Se trata de una falta de respeto a las víctimas, de un narcisismo demencial y de un mal uso de nuestros recursos públicos.

Recordemos: luego del bombazo, la calle se volvió peatonal y ahí se erigió un monumento que destacaba por su sobriedad y elegancia; un lugar de memoria para nunca olvidar lo sucedido. Pero sucede que, de buenas a primeras, el alcalde Masías no sólo ha tenido el mal gusto de “reinaugurar” el monumento convirtiéndolo en una burda pileta turística (hoy los alcaldes optan por lo más fácil que es construir piletas por todos lados y son incapaces de convocar a concursos de escultura o de articularse con los artistas de sus distritos) sino que Masías ha colocado su nombre, en el centro mismo del monumento, a fin de asumir todo el protagonismo posible.

Parece increíble pero es cierto: ahí no figuran los nombres de las víctimas, ni la del escultor que realizó la obra, sino que sólo observamos el gran nombre de Masías. Increíble pero cierto. ¿Por qué el alcalde decidió restaurar ese monumento y no otros del distrito que sí están en muy mal estado como el mural de Ricardo Wiesse o a la magnífica escultura de Sonia Prager que continúa hongueándose en el malecón? ¿Cuál fue su interés? ¿Por qué en el coliseo del voley de Miraflores aparece su nombre por todos lados? ¿No está eso prohibido?

Esta ansiedad que Masías tiene por imponer su nombre es múltiple. Meses atrás no era raro descubrir viejas quintas miraflorinas que exhibían curiosos letreritos con la frase “Gracias Dr. Masías” casi en el estilo de la vieja cultura de las haciendas y de los peones frente a sus gamonales. De hecho, la religión católica nos ha enseñado que lo que uno hace con la mano derecha no debe saberlo la izquierda (Mt 6, 3), pero ya sabemos que algunas personas han convertido el cristianismo no en un reto ético sino en la pura defensa de sus privilegios e intereses.

No es posible que el nombre de Masías continúe inscrito en ese monumento que recuerda un hecho dramático que nos involucra a todos y donde no cabe ningún protagonismo. Debemos protestar colectivamente. Debemos censurar esa obscenidad.

Víctor Vich


El monumento a las víctimas de Tarata,
antes y después de las alteraciones.
Atención a la centralidad otorgada a la nueva placa
(con el nombre del alcalde Masías).

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3 Comentarios:

A la/s 9 de junio de 2010, 12:27 p.m., Blogger Anahí Vásquez-de-Velasco Z. dijo...

Entradas.

Gustavo, por si acaso, estoy publicando tus entradas íntegras y con tu crédito, en http://arbolaridad.blogspot.com en la página que se llama Patrimonio de los Peruanos, y las estoy compartiendo con muchísima gente para ver si se puede hacer algo más que discutir nuestros problemas. (Difundirlos es una enorme labor, pero es solo uno de los pasos).

Espero que estés de acuerdo. De no ser así, avísame por favor, para cambiarlo.

Saludos y gracias,
Anahí

 
A la/s 9 de junio de 2010, 1:43 p.m., Blogger Unknown dijo...

Sería bueno que te informes bien, hoy los vecinos de Tarata han publicado una carta donde aclaran todo. En primer lugar, Masias quiso colocar los nombres de las victimas y los deudos no quisieron, en segundo lugar, ellos mismos afirman que pidieron la pileta y en tercer lugar los deudos de tarata han pedido que antes de iniciar batallitas y campañas mediaticas, debieron preguntarles a ellos su opinión. Te paso el enlace: www.miraflores.gob.pe

 
A la/s 10 de junio de 2010, 1:16 p.m., Anonymous Victor dijo...

Afianzar las contradicciones municipales es la consigna.

 

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