Micromuseo - Bitácora

domingo, 27 de febrero de 2011

REVOLUCIÓN EN LA REVOLUCIÓN XIII: Que la ola árabe de revoluciones liberadoras llegue a Cuba y Venezuela


Viva Cuba libre:
Los Aldeanos y el nuevo arte revolucionario de Cuba en la lucha
contra la dictadura vitalicia y hereditaria de los hermanos Castro

CONTRA EL INENARRABLE APOYO DE CASTRO, CHÁVEZ Y ORTEGA
A LA TIRANÍA ASESINA DE GADAFI

Hace unas semanas intercambiaba alturadamente opiniones con un curador que podría definirse como joven y explícitamente enrolado en las filas del pensamiento crítico. Me manifestaba él su acuerdo básico con las varias entradas que en esta bitácora hemos colgado sobre las cruciales luchas por la libertad en Cuba. Un tema de radical urgencia –casi una prueba de fuego– para cualquier ánimo que en América Latina pueda proclamarse democrático y de genuina izquierda.

Sin embargo mi interlocutor me manifestaba la inconveniencia de hacer públicas esas posiciones en un medio artístico todavía sometido a las fantasías políticas reaccionarias que han hecho del socialismo un pretexto para la justificación de dictaduras vitalicias y hereditarias, como en Cuba y a la larga también en Venezuela. Resulta complicado y desgastante, me explicaba, enfrentar las retóricas y las estructuras (económicas y mentales) aún vigentes para cierta intelectualidad en relación a ese y otros regímenes totalitarios. Más pragmático, insistía el colega, era cultivar una agenda crítica desde los convencionales y establecidos términos de la lucha estandarizada contra el "neoliberalismo", aunque reconocía que este último era un término de casi ninguna utilidad seria, por haber sido utilizado con tanta arbitrariedad para cualquier cosa que el demagogo de turno considerara antagónico.

Mi discrepancia con tales conformismos es tajante. El pensamiento crítico lo es sólo cuando se atreve a serlo también hacia las mistificaciones y aberraciones que lastran incluso la praxis del propio campo en el que pretendemos actuar. No es enarbolando por enésima vez la estampa trillada del Che Guevara que podremos contribuir a las renovaciones políticas y culturales tan urgidas en nuestro continente, sino cuestionando radicalmente, desde las raíces mismas –como el mismo Marx reclamaba– el sentido común capturado y petrificado por las Medusas de una mal llamada izquierda.

La necesidad imperiosa de ello se vio confirmada hace un par de días cuando, uno tras otro, Fidel Castro, Daniel Ortega y Hugo Chávez proclamaron su adhesión a Guamar Gadafi. Un régimen aberrante que hoy agoniza en Libia, abandonado hasta por su propio cuerpo diplomático mientras el líder esperpéntico de la supuesta "Revolución Verde" bombardea al pueblo y fusila a los pilotos que se niegan a participar en esa masacre desesperada.

Asistimos, así, no sólo a la caída de las tiranías populistas del norte de África sino también al último desmoronamiento moral de nuestra izquierda oficial. La primera y más actual tarea de la izquierda genuina es terminar de una vez con la gran pesadilla histórica en que se ha convertido el otrora sueño revolucionario de América Latina. Que los vientos liberadores del mundo árabe inspiren las enterezas y los heroismos necesarios para que la democracia se manifieste también en Cuba y Venezuela.

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miércoles, 23 de febrero de 2011

CASSINELLI Y LA REPÚBLICA DE WEIMAR PERUANA: HOY 23 DE FEBRERO MICROMUSEO INAUGURA UN RESCATE HISTÓRICO



Este miércoles 23 de febrero, a las 7:30 p.m. y en la Casa O'Higgins de la Pontificia Universidad Católica del Perú, MICROMUSEO ("al fondo hay sitio") inaugura una exhibición excepcional, en términos tanto artísticos como históricos. Una retrospectiva que es, al mismo tiempo, la primera exposición del artífice. La primicia de cerca de ciento cincuenta obras seleccionadas entre las muchas otras que Ricardo Cassinelli (Lima, 1957) logró generar privada, casi clandestinamente, durante el período traumático que se proyecta desde la caída del gobierno militar en 1980 hasta el golpe de Estado de 1992.

Doce inclementes años dominados por la hiperinflación, el desgobierno, la violencia sin límites. Nuestra República de Weimar Peruana, en los términos propuestos por la curaduría de Gustavo Buntinx. Un abismamiento histórico que forzaría ensimismamientos varios, pero a la vez, paradójicamente, el reconocimiento abrupto del otro, de la diferencia, como instancia constitutiva de la fracturada sociedad peruana.

La obra de Cassinelli abarcó ambos registros. Un diario personal que sin embargo se proyecta hacia los trastornos del entorno social más amplio. Retratos, autorretratos y paisajes alternan con alegorías complejas y crónicas descarnadas de la violencia. Pero todo siempre desde una impresionante vocación solitaria.

El suyo es de veras un arte de necesidad interior, autodidacta y prácticamente nunca ofrecido a galería o exposición alguna en un circuito plástico que Cassinelli no frecuenta y más bien rehuye. Ajeno a esa escena y a sus rutilancias, este pintor retraído, secreto, elaboró centenares de imágenes espontáneas, logradas con tanta frescura como destreza sobre papeles, cartulinas, cartones. Exabruptos (así los denomina el propio autor) donde hasta la precariedad aparente de los soportes modestos habla de las fragilidades históricas -y personales- que animan su producción intensa. Extensa, aunque finalmente trunca: hacia 1992, por motivos que van de lo social a lo íntimo, Cassinelli abandona el trabajo sostenido con los materiales plásticos. Y la mayor parte de su producción supérstite se enrolla y olvida bajo los óxidos de una máquina inútil en la curtiembre quebrada de la familia.

Como una cápsula del tiempo: el reciente hallazgo y recuperación de esas imágenes, a instancias de MICROMUSEO, nos revela no sólo un raro y desconocido repertorio de imágenes, sino además un excepcional testimonio de las intensidades de aquellos años extremos. De sus tensiones máximas, pero aquí desplazadas con frecuencia hacia registros personales, tácitos, oblicuos. Ludismos y erotismos varios se confunden con alusiones sesgadas a la violencia e interpretaciones desbordadas del desborde popular.

También en su sesgo racial: asunto recurrente y fundamental en esta iconografía es el protagonismo de una presencia mestiza, potenciada por el propio mestizaje del lenguaje ensayado para expresarla. Hasta el punto que hoy este acervo desconocido podría verse como una suerte de eslabón perdido entre algunas de las más importantes transformaciones estilísticas de nuestra plástica contemporánea. Entre el pop achorado y el neo-expresionismo, digamos. Entre el taller E.P.S. Huayco y Carlos Enrique Polanco. O Piero Quijano: durante largos momentos los trazos y sentidos articulados por Cassinelli podrían relacionarse con los que años después consagrarían a un pintor tan notable como este último y sus agudas miradas sobre la (post)modernidad popular.

Reunir y rescatar la obra perdida de Cassinelli es, así, no sólo un acto de justicia con el arte personalísimo de su autor, hasta ahora ignorado, sino un emprendimiento de amplias trascendencias. Una apuesta histórica.

(Con ocasión de esta muestra, MICROMUSEO publicará en breve un libro monográfico que es el primero de una nueva serie editorial, dedicada a las manifestaciones visuales concebidas por fuera de la escena artística).

LA CASA O'HIGGINS SE ENCUENTRA EN EL JIRÓN DE LA UNIÓN 554
EN EL CORAZÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE LIMA


Ricardo Cassinelli. Calato con bandera. 1985.
Acuarela sobre papel. 38 x 44 cm.

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jueves, 3 de febrero de 2011

ÁNGELA DELGADO VETADA DE LA EXPOSICIÓN QUE ELLA MISMO ORGANIZÓ

Las complejidades, las dificultades, de la vida real me impiden con frecuencia mantener una vida virtual. Desatiendo p0r ello durante semanas esta bitácora, en la desesperación por ganarle algunas horas a la existencia fáctica que se nos escurre. Sin embargo no puedo dejar de difundir ahora el video que registra e investiga el veto absurdo impuesto sobre la presencia de Ángela Delgado en el Museo de Arte Contemporáneo de Arequipa. La censura proviene del Centro Cultural Peruano Norteamericano de esa ciudad andina, entidad en la que Ángela cumplió una labor brillante como gestora de iniciativas artísticas de notable agudeza y calidad.

Sus criterios y audacias hicieron vislumbrar una descentralización efectiva del quehacer cultural nacional, haciendo de Arequipa un espacio sorprendente para el intercambio de fluidos y creatividades. A fines del pasado año, sin embargo, esa gestión fue interrumpida por la incomprensión de los directivos del CCPN, dando lugar a una generalizada protesta entre los sectores más serios de la escena plástica. La reacción oficial no podría ser más infantil: se pretende impedir el ingreso de Ángela incluso a la inauguración de una muestra –la de Alejandra Ballón– que ella misma había organizado. Detalles en el video siguiente. (Continuará).

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