PUTIS: UNA EXPOSICIÓN EN LA QUE SE NOS VA LA VIDA
Putis: Pobladores reconocen la ropa de sus familiares desaparecidos
País de aleccionadores contrastes el nuestro. En tanto ciertas franjas de la escena artística limeña parecen obsesionadas por el intercambio de ofensas personales y anónimas, en las remotas serranías de Ayacucho se realiza la exposición más vital del siglo –a pesar de su contexto tanático, o más bien debido precisamente a ello. En efecto, hay un hálito redentor, resurreccional casi, en las sucesivas exhibiciones públicas de las prendas de vestir rescatadas del olvido y de la tierra junto con los casi cien muertos descubiertos recientemente en una fosa clandestina en Putis: otro poblado andino convertido en un botadero de cadáveres –ese terrible neologismo peruano– durante los terribles años de nuestra violencia grande. (Cuarentiocho de los asesinados en Putis eran menores de edad, treintiocho no habían cumplido los diez años).
La presentación de las ropas se ofrece, en primer término, como un recurso para avanzar en la misión histórica y jurídica y humana y divina de identificar a las víctimas. Pero también como una reparación ética y psíquica y religiosa: el reencuentro de los deudos con esas prendas lo ha sido también con sus seres queridos y desaparecidos.
Hay, sin duda, un acto de justicia poética, justicia política, en el hecho que esta circunstancia inmensa coincida (pero el azar no existe) con el quinto aniversario de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Y con otra aberrante camapaña difamatoria de la que ese documento crucial emerge cada vez con mayor claridad como probablemente el escrito peruano más relevante desde los Comentarios reales del mestizo Inca Garcilaso de la Vega y la Nueva Corónica y buen gobierno del indígena Guamán Poma de Ayala.
Reproduzco a continuación el informe sobre la exposición de Putis publicado en la bitácora (blog) de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
EXHIBICIÓN DE PRENDAS TERMINA EN PUTIS
Sep 5th, 2008
by carlosl.
Ayacucho, Perú. El miércoles 3 de setiembre, en el anexo de Mashuacancha, comunidad de Putis, en las alturas de Ayacucho (Perú), el Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF) exhibió las prendas halladas en la fosa común más grande exhumada hasta ahora en el país, resultado de la masacre de los pobladores de Putis en diciembre de 1984. En un área descampada al lado del río, se exhibieron las prendas y efectos personales de un centenar de víctimas recuperadas en mayo último, sobre dos largas láminas de plástico azul.
Desde tempranas horas de la mañana decenas de pobladores de los ocho anexos de la comunidad fueron bajando de las alturas acompañados de sus menores hijos e incluso de sus rebaños. La llegada sorprendio al personal del EPAF, que aun estaba extendiendo las prendas cuando algunos familiares empezaron a identificarlas entre sollozos y muestras de dolor.
La exhibición se presentó durante 5 días en 3 localidades: Huanta, San José de Secce (Santillana) y Putis. El balance final es muy positivo: más de 500 visitantes, 20 reconocimientos de prendas, y 80 fichas Ante Mortem recogidas de víctimas de la matanza de Putis y otros eventos.
Esta actividad ha mostrado ser un instrumento efectivo en el proceso de identificación de las víctimas, demostrando que la memoria persiste pese al paso de los años. Fue también un evento catártico para las familias, que les permitió procesar el dolor y reconciliarse con los eventos de su pasado, un paso esencial para empezar a cerrar las heridas abiertas por la difícil historia peruana.
El trabajo del EPAF ha sido posible gracias a la colaboración de Creative Learning, además del soporte financiero del Comité de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo (DRL) del Departamento de Estado de los EEUU. La recolección de datos Ante Mortem ha sido posible gracias al soporte financiero del Comité Internacional de la Cruz Roja.
EPAF es una organización civil sin fines de lucro que se dedica a la búsqueda, recuperación e identificación de los más de 15,000 peruanos que continúan desaparecidos, tras dos décadas de conflicto. El EPAF utiliza la antropología forense para restaurar la identidad de estos individuos y crear conciencia acerca de un problema que aún afecta a miles de familias en todo el Perú.
Etiquetas: cadáveres, derechos humanos, fosa, Putis, redención, reparación, ropas, violencia