Micromuseo - Bitácora

lunes, 1 de febrero de 2010

SOLIDARIDAD CON TICIO ESCOBAR


Con lamentable frecuencia, en nuestros países el comentario cultural puede responder no a la construcción de un proyecto crítico sino al ejercicio arbitrario de un poder personal, lastrado incluso de animadversiones subjetivas y/o chatamente políticas. Aunque en el Perú no nos falta experiencia al respecto, es siempre instructivo comprobar otras instancias de ese mal compartido. Es el caso de las difamaciones y cuestionamientos dirigidos reiteradamente contra el actual Ministro de Cultura del Paraguay, Ticio Escobar, desde una columna periodística. El blanco de esos ataques es una de las figuras latinoamericanas de mayor reconocimiento ético y profesional en el ejercicio de la curadoría y de la reflexión artística. Expreso desde esta bitácora mi clara solidaridad con su persona y su trayectoria, suscribiendo el manifiesto colectivo circulado desde Asunción que reproduzco de inmediato. Y transcribo también la carta del propio Escobar al editor del diario ABC. (recogida asimismo por el blog arte-nuevo.blogspot.com). Ambos documentos son autoexplicativos.


LA LABOR CULTURAL DE TICIO ESCOBAR

Ante la campaña que viene desarrollando el periodista José Luis De Tone en las páginas de ABC de Paraguay en torno a la persona de Ticio Escobar, manifestamos cuanto sigue:

Nosotros apoyamos y consideramos necesaria la crítica de cualquier persona a las políticas públicas y a acciones de funcionarios y funcionarias del Estado, y eso incluye el desempeño de Ticio Escobar al frente de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC), pero la saña que manifiesta la campaña entablada por el citado periodista carece de sustento objetivo; sus argumentos descansan en rencores de orden personal que arrancan hace más de una década.

La comunidad de intelectuales y trabajadores del arte del Paraguay conoce y reconoce el extenso y sólido trabajo de Ticio Escobar en el área del pensamiento crítico, la producción cultural y la gestión de políticas culturales. Él es uno de los más serios exponentes de la intelectualidad paraguaya y eso se refleja en sus investigaciones y en la producción de valiosos textos que forman parte de una bibliografía de consulta obligada por parte de estudiantes, productores y trabajadores de las artes nacionales y de numerosos países de la región y otros continentes. Pero puede verse también en lo que fue la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Asunción durante su gestión y el alto nivel que logró por primera vez la Secretaría Nacional de Cultura.

Los sentimientos de amor o de odio profesados por un periodista no debería motivar ni el halago injustificado, ni la descalificación, la intolerancia y la falta de respeto a quien dirige sus críticas, pues así el periodismo pierde su principal capital de cara a la sociedad nacional, que es, sin duda, el sentido crítico asentado en la seriedad y objetividad de sus mensajes. Un cúmulo de acusaciones carente de fundamentación deviene una producción de mal nivel, pero que puede hacer daño injustificado.

Vale la oportunidad para reiterar al compañero Ticio Escobar nuestro reconocimiento, respeto y admiración por su trayectoria como crítico, productor de conocimientos y gestión cultural. Lamentamos la desagradable situación por la que atraviesa debido a ataques basados en la descalificación personal y no en hechos reales.

Por último, instamos al periodista José Luis De Tone, amigo o conocido de muchos de nosotros/as, a abandonar esta campaña anti Ticio y a contribuir con su labor periodística al desarrollo de la crítica seria y objetiva, y al desarrollo de políticas culturales en el Paraguay.



CARTA DE TICIO ESCOBAR AL DIARIO PARAGUAYO ABC

Asunción, 24 de enero de 2010
Señor
Director del Diario ABC

D. Aldo Zuccolillo

Presente

Acogiéndome al derecho a réplica, que el periódico a su cargo otorga con equidad a sus lectores, me dirijo a Ud. a los efectos solicitar la publicación de esta carta referida a las publicaciones que el periodista José Luis De Tone realiza en la edición de Diario ABC (Sección Arte y Espectáculos, pag. 56).

Es sabido que, para que la crítica periodística sea responsable debe ser practicada según los códigos que rigen cualquier juicio público: la imparcialidad, la objetividad, la idoneidad y la exactitud de las informaciones que ofrece a la opinión pública.

Creo que el Sr. De Tone no cumple con estos requisitos. Media entre nosotros un antiguo rencor personal que el periodista profesa unilateral y obsesivamente y lo descalifica para juzgar mi gestión con ecuanimidad y ausencia de prejuicios. Durante los cinco años que me desempeñara como Director de Cultura de la Municipalidad (1991-96) se ha ensañado contra mi persona, sin haber probado nada más que sus propias inquinas. Apenas terminada mi administración, el Sr. De Tone olvidó su espíritu crítico hasta la desidia: nunca cuestionó, con continuidad y rigor reflexivo, la administración referida a los asuntos culturales estatales, municipales y privados. Ahora, desde antes de haber asumido mi cargo, ha comenzado de nuevo una persecución compulsiva que, supongo, se prolongará durante los próximos tres años y medio.

Por más de que los artículos se presenten escritos de manera acusatoria, en verdad sólo termina inculpándome cuestiones que considero positivas: fortalecer la institucionalidad interna de la Secretaría y el intercambio cultural con el exterior (lo que supone, viajes, claro), haber obtenido subvenciones internacionales (que obviamente sólo podrán ser plenamente aplicadas a partir de este año), escribir “hermosos libros” y usar camisas de ao po’ì. Sólo me parece extraño que una persona dedicada profesionalmente a promover la cultura cuestione la obtención de fondos provenientes del exterior ante la extrema debilidad de los presupuestos nacionales: entiendo que esa tarea debería ser saludada con entusiasmo.

Por otra parte, el artículo contiene falsedades, alguna de las cuales ya habían sido señaladas hace más de un año. El supuesto privilegio concedido a la obra de un artista (Osvaldo Salerno) en las exposiciones internacionales que yo había curado durante el 2008 es inexacto, como podría demostrar públicamente si a alguien le interesara el tema. Otra falsedad: el fondo de Taiwán correspondiente al 2010 no es, lamentablemente, de un millón de dólares, sino sólo de 180.000. Otra: de la donación española (de la cual él dice no opinar por razones personales que invoca permanentemente) no se perdieron 400.000 euros: cada uno de ellos fue ejecutado meticulosamente.

Señor Director: no me mueve ningún ánimo de polemizar, sino la intención de colaborar con las tareas de recta información pública que nos competen, tanto al periodismo como a la gestión pública. Creo, y estoy seguro que el Sr. Director estará de acuerdo conmigo, que sería altamente provechoso que la vocación crítica del Sr. De Tone no se perdiera en puro desahogo de sus aversiones personales, sino que apuntare a realizar denuncias fundamentadas de la gestión cultural y análisis serios de las políticas culturales realizadas en todo el país. De este modo, sus extensas publicaciones podrían ayudar a la opinión pública a tener un panorama general de la gestión cultural en todo el Paraguay y podrían servirnos, a quienes trabajamos en la SNC, a enmendar yerros y considerar sugerencias y recomendaciones.

Sin otro particular, me despido del Sr. Director con mi mayor consideración.

Ticio Escobar

Ministro Secretario Ejecutivo

Secretaria Nacional de Cultura

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domingo, 10 de agosto de 2008

EVOCACIÓN Y FELICIDAD: TICIO ESCOBAR ASUME LA SECRETARÍA DE CULTURA DEL PARAGUAY


Breve anuncio de felicidad. Personal y cultural y política: al asumir Fernando Lugo la presidencia del Paraguay, esta semana recibirá el cargo de Secretario de Cultura, con rango ministerial, Luis Manuel Escobar Argaña. Más conocido como Ticio, Escobar ha trazado, desde la década de 1980, uno de los vectores críticos decisivos para la radical renovación de la reflexión artística que a partir de entonces América Latina viene experimentando. Sus aportes van desde textos fundacionales para esa nueva historia del arte hasta teorizaciones de incisiva importancia para nuestros contextos de aparente marginalidad –a veces con títulos tan sugestivos como El arte fuera de sí o Los parpadeos del aura.

Una dedicación conceptual articulada al compromiso permanente con las culturas nativas, así como con las luchas por la democracia y la ciudadanía. Todo ello le significó a Ticio persecuciones y carcelerías y torturas durante la dictadura de Stroessner, pero también la posibilidad posterior de cristalizar iniciativas culturales de primer orden, tanto a nivel municipal y estatal como privado: a sus brillantes gestiones en la municipalidad de Asunción y en bienales diversas se le suma ese referente continental que es el Centro de Artes Visuales - Museo del Barro, materializado gracias a las generosas iniciativas compartidas entre Ticio y artífices como Carlos Colombino, Ricardo Migliorisi y Osvaldo Salerno.

En varios aspectos (no necesariamente en todos), MICROMUSEO plantea explícitamente su afinidad a los postulados del Museo del Barro. Y el año pasado ambos proyectos compartimos fraterna escena en la Bienal de Valencia, donde las colecciones y propuestas de ambos ejemplificaron la renovación crítica de la museología latinoamericana.

Uno más de tantos encuentros que con Ticio se iniciaron cuando en 1987 tuve oportunidad de invitarlo al coloquio Modernidad y provincia, organizado por Reynaldo Ledgard y mi persona para la III Bienal de Trujillo. Un escenario ultraperiférico que por primera vez reunió a nombres generacionalmente tan marcantes como Ticio Escobar, Mirko Lauer, Gerardo Mosquera, Nelly Richard. También, con otro perfil cronológico, Juan Acha. Y, con otros perfiles teóricos, Bélgica Rodríguez y Galaor Carbonell (+). De singular importancia fue la confluencia adicional en ese contexto de artífices de países vecinos como los bolivianos Gastón Ugalde y Roberto Valcárcel, y los chilenos Juan Dávila, Eugenio Dittborn y Carlos Leppe, cuya presencia pude convocar en viajes preparatorios. (De esos contextos se exhibieron también obras de José Balmes y Gracias Barrios, provenientes de Santiago, y de Sol Mateo, provenientes de La Paz. Participaron además diez otros artífices extranjeros y unos setenta peruanos).

Se iniciaba así una intensidad sin precedentes de intercambios transfronterizos. Apenas un año después, aquel encuentro dio lugar a publicaciones compartidas y a las removedoras exposiciones de Dávila y Dittbon en Lima. Apenas el síntoma visible de articulaciones y transformaciones aún más complejas: en el nudo de la III Bienal de Trujillo se forjaron complicidades y fricciones múltiples, acaso decisivas para el derrotero futuro de ciertos quehaceres y reflexiones en nuestras varias escenas continentales. Tal vez sea ya tiempo de iniciar una revisión crítica de las consecuencias profundas de esa bienal y de aquel coloquio.

Mientras tanto, cabe el respiro de celebrar el sentido enorme que para nuestros pueblos implica el aporte de la desafiante trayectoria de Ticio Escobaral nuevo gobierno paraguayo. Un triunfo de la sociedad civil. Y de la permanente lucha cultural por el concepto pleno de ciudadanía.

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lunes, 26 de mayo de 2008

SE INAUGURA EL MUSEO DE LA JUSTICIA DEL PARAGUAY


Una noticia especialmente motivadora: este miércoles se inaugura en Asunción el Museo de la Justicia del Paraguay, vinculado al Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos. Su precisa ubicación es el Palacio de Justicia. ¿Imaginarnos podemos una situación análoga en el Perú? La responsabilidad curatorial corresponde a Margarita Durán Estragó, la museografía y elaboración artística al artífice Osvaldo Salerno, tan conocido y apreciado también en Lima.

A continuación la nota de prensa:

MUSEO DE LA JUSTICIA DEL PARAGUAY
Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos.

Inauguración de la Sala de Exposiciones:
Miércoles 28 de mayo de 2008 – 18:00 horas
Palacio de Justicia –Planta Baja (Alonso e/ Testanova y De la Conquista)

El Proyecto Conmemoria conforma el Museo de la Justicia y el Centro de Documentación y Archivo para la Defensa de los Derechos Humanos, más conocido como “Archivo del Terror”.

El Museo de la Justicia pretende instalar en el espacio y el tiempo, de una manera visual y estética, los grandes delineamientos de la historia de la justicia en el Paraguay a lo que hacen al derecho a la vida y la libertad en su más amplia expresión. Intenta ofrecer el marco histórico adecuado para una mejor comprensión de los avatares que por siglos soportó la justicia en el Paraguay en materia de lo que hoy llamamos derechos humanos, valor fundamental de toda convivencia humana.

El contenido temático del Museo abarca el Teko Katu Ete o Justicia Guaraní, vale decir, la historia antigua del régimen de justicia entre los guaraníes; la justicia colonial; la del Paraguay libre del dominio español; el sistema carcelario; la justicia en la era liberal, 1870 en adelante; la organización judicial; el sistema represivo stronista y las leyes liberticidas (1954-1989); la constitución de 1992; la ratificación del Pacto de San José de Costa Rica (1989) y otros logros que van ganando espacio en la lucha por la vigencia plena de los derechos humanos en el Paraguay.

Cabe destacar que la propulsora del Proyecto Conmemoria fue la Ministra Alicia Pucheta de Correa, quien obtuvo del pleno de la Corte Suprema de Justicia, su beneplácito y apoyo.

Con la apertura de la Sala de Exposiciones del Museo de la Justicia, cuyas instalaciones quedaron inauguradas el 22 de diciembre de 2007, el Proyecto Conmemoria logra la concreción de uno de sus principales objetivos.

La investigación y texto son de Margarita Durán Estragó así como el arte y la museografía de Osvaldo Salerno.

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